jueves, 17 de septiembre de 2009

Insomnio

Duerme el silencio

y cae el poeta al abismo

de sombras,

con su luz de poesía.

¡Ay… poesía.

cómo me duelen

las perlas de tu nombre!

Se desgarra el corazón

se lamenta el hombre,

al grito de dolor

en cada lágrima

humedeciendo el alma

para que nazca el verso.

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